Un detector ultrasónico de defectos es un dispositivo de ensayo no destructivo (END) que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia (típicamente de 0.5 a 20 MHz) para identificar defectos internos o superficiales en materiales como metales, compuestos y plásticos. El principio consiste en transmitir pulsos ultrasónicos dentro de una pieza; cuando estos pulsos encuentran discontinuidades (por ejemplo, grietas, huecos, inclusiones), se reflejan hacia un receptor, produciendo patrones de eco que se analizan para determinar el tamaño, la ubicación y la gravedad del defecto. Esta tecnología se utiliza ampliamente en industrias como la petrolera y gasística (inspección de tuberías), aeroespacial (pruebas estructurales en aeronaves) y manufacturera (control de calidad de soldaduras), gracias a su capacidad de penetrar profundamente en los materiales sin causar daño. Los detectores modernos incluyen procesamiento digital de señales, pantallas a color para imágenes en tiempo real (escaneo A, escaneo B, escaneo C) y algoritmos avanzados para la clasificación de defectos, mejorando así la precisión en la detección. Los detectores ultrasónicos de defectos de WondersunM ofrecen alta sensibilidad (capaces de detectar agujeros de 0.1 mm de diámetro) y diseños portátiles, con baterías recargables que permiten realizar inspecciones en campo en ubicaciones remotas. Estos equipos cumplen con estándares como ASTM E164 e ISO 17640, garantizando resultados confiables para aplicaciones críticas. Los dispositivos incluyen varios transductores (haz recto, haz angular) para adaptarse a diferentes geometrías de piezas, mientras que la integración con software permite almacenar datos y generar informes, apoyando los procesos de aseguramiento de calidad y cumplimiento regulatorio. Al posibilitar la detección temprana de defectos, los detectores ultrasónicos de defectos ayudan a prevenir fallos catastróficos, reducir costos de mantenimiento y garantizar la seguridad de los productos.