Las cabezas cortadoras se conectan a los busters con hilos exteriores precisos o ranuras externas sobre los cuales se realiza el ajuste de la herramienta. Los diseños rígidos (rigidez torsional ≥50N·m/μm) tienen una baja deflexión al fresar por el lado piezas grandes, junto con espaciado de corte personalizable mediante espaciadores modulares ajustables. Estas herramientas, utilizadas extensamente en la carpintería con sierras de cinta y en la fabricación metálica, permiten el mecanizado simultáneo de superficies, aumentando la productividad en un 50%.